jueves, 9 de febrero de 2017

Los Testigos de Jehová, ¿una secta? (Por Emily Thorne)

Me gustaría dar una pincelada sobre este asunto. Cuando afirmas delante de un testigo de Jehová, que él pertenece a una secta, su reacción no tarda en evidenciarse; se pone a la defensiva, se ofende y categóricamente lo niega. Es lógico y normal, ¿a quién le agrada que le digan que es miembro de una secta? Es más, cuando yo era testigo, siempre defendí que éramos una religión, y bien reconocida. Argüía que las sectas tienen un líder; un hombre carismático que dictaminaba los preceptos a seguir. Y, como yo entendía en aquel entonces, nosotros adorábamos al “Dios verdadero”, “Jehová”, teniendo como único líder a “Jesucristo”, su “Hijo”. Por otro lado, la cultura popular nos ha mostrado un concepto de secta oscuro; de carácter esotérico. Yo "sabía" que nosotros no teníamos esa vinculación. Por tanto, es absolutamente comprensible que un testigo de Jehová se indigne al oír semejante sentencia. Sin embargo, lo que un testigo de Jehová desconoce es qué es en realidad una secta. Bueno, no solo está en ignorancia en este asunto; tampoco sabe lo que hay detrás de su “organización”. Pero ese es otro tema.
Leyendo el libro Adicción a Sectas (Pautas para el análisis, prevención y tratamiento) (Pepe Rodríguez 2000) encuentro lo que según, Bryan Wilson (Wilson, B. (1970). Sociología de las sectas religiosas), son ocho características que nos servirían para definir el concepto “secta”. Me gustaría hacer un breve análisis de las mismas y reflexionar en cómo dichos atributos se hallan entre los testigos de Jehová:

1. Voluntariedad. Hace referencia al carácter voluntario de la secta. Es decir, en un primer término, es el individuo el que decide adherirse a los dogmas y, por tanto, al grupo en cuestión. Elige “obedecer” el dogma. 

¿Cómo aplica esto al grupo Testigos de Jehová? El testigo llega a formar parte de la comunidad religiosa porque así lo decide. Previo estudio bíblico, y manifestando su deseo de vincularse al grupo. Tras bautizarse, señal que evidencia su pertenencia, obedecerá el dogma, porque así lo decidió inicialmente.


(Página oficial de los Testigos de Jehová JW.ORG. Apartado en el que extienden la invitación para iniciar un curso bíblico)

2. Exclusivismo. Pone el énfasis en cómo la secta exige devoción absoluta. La prioridad para el individuo debe ser la secta; no hay aspecto más importante en la vida del sujeto. Esto conllevará, en algunas ocasiones, ciertas pruebas de “fe” en las cuales el individuo debe demostrar su lealtad. 

¿Cómo aplica esto al grupo Testigos de Jehová? Para un testigo su religión es una forma de vida; su devoción y ejecución se extienden a todos los aspectos de su vivir diario. La prioridad más elevada de su existencia es la de seguir las pautas que marca el grupo, identificado como el “pueblo de Dios”. Todos los demás asuntos están supeditados al servicio que el testigo ofrece a Dios mediante el grupo. Si en algún momento existiera alguna actividad o persona que pusieran en peligro esta prioridad, se deberán hacer los arreglos oportunos para que su servicio a Dios, mediante el grupo, no se vea afectado; relegando a un segundo plano todo lo demás.


(w10 15/1 págs. 21-22 Vivamos todos los días para la gloria de Dios. Enlace web: http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2010048#h=18-27:0)

3. Méritos. Explica cómo el individuo debe cumplir con algunos requisitos o pautas para formar parte del grupo. El sujeto se “gana” pertenecer al mismo. Esto genera en él un sentimiento de pertenencia o identidad. 

¿Cómo aplica esto al grupo Testigos de Jehová? Para que una persona llegue a ser testigo debe cumplir con una serie de premisas bien explicitadas. Dichas pautas le permitirán ser reconocido como un testigo de Jehová. En los estadios iniciales debe empezar por tener un estudio bíblico, asistir a reuniones semanales, rellenar requisitos para ser “publicador no bautizado”, apuntarse a la “Escuela del Ministerio Teocrático”. Después, llegará el momento de dedicarse para, finalmente, bautizarse; esto último evidenciará de forma pública que ha llegado a pertenecer al grupo. Después de ello sigue teniendo que realizar distintas actividades que le granjearán la condición de “testigo activo”.


(Libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? Manual de estudio de los Testigos de Jehová, pág. 196. Enlace: http://wol.jw.org/es/wol/publication/r4/lp-s/bh/S/2005)

(Libro Organizados para hacer la voluntad de Jehová, manual de uso interno que explica cómo está organizado el grupo. De las páginas 170 a 209 se hallan las preguntas que han de contestar los que deseen formar parte de la Organización. Dicho cuestionario está conformado por 103 preguntas divididas en tres bloques [“Las enseñanzas bíblicas fundamentales”, “Las normas justas de Jehová” y “La organización de Jehová”]. Enlace de descarga del manual completo: https://www.jw.org/finder?pub=od&wtlocale=S&srcid=share
4. Autoidentificación. Tras formar parte de la secta, el individuo ya está afianzado como “uno de los nuestros”. Ya forma parte de algo elevado que le diferencia del resto. Es de los pocos que forma parte de un grupo con “verdades sobrenaturales”, o al menos, “verdades” que no están en posesión de todos. Este privilegio, por otra parte, implica algún sacrificio. Este sacrificio se traduce en que la secta tiene la supremacía en su vida. Si interfirieran familia, Estado, trabajo, cualquier otro campo, han de ser relegados a favor de la secta. 

¿Cómo aplica esto al grupo Testigos de Jehová? Cuando uno llega a ser testigo, se convierte en “hermano”, en “siervo de Dios”, se halla en “el pueblo de Dios”, mientras que, el resto de individuos que no pertenecen a  dicha religión son denominados como “mundanos” o “personas del mundo”. Se crean, por lo tanto, dos grupos: los testigos y los no testigos. “Nosotros” serán los testigos, “los demás” todos aquellos que no son testigos. Como ya se ha indicado antes, las prioridades para el testigo están bien definidas. Su religión; ya sea tipificada como Dios o como la “Organización”, denominada en ocasiones como “nuestra madre”, merece la lealtad absoluta del testigo. Si un miembro de la familia o un amigo allegado abandonara el grupo, el testigo tendrá que posicionarse a favor de su Dios/ religión/ “Organización”/ “madre” y cortar todo contacto con los desertores (familia/ amigos que dejan de ser Testigos de Jehová). Por otro lado, si en su trabajo se le exigiera un horario que le impidiera de alguna forma continuar con sus actividades “teocráticas”, deberá plantearse el cambio de empleo. La asistencia a las reuniones, su preparación, la predicación, las asambleas; todo ello es de obligatorio cumplimiento. También, si el Estado decretara una ley que atentara contra los estatutos de su dogma/ normativa, su lealtad siempre será ejecutada a favor de su Dios/ religión/ Organización/ “madre”. Queda claro, pues, que para un testigo de Jehová no hay nada ni nadie más importante. Es necesario añadir que un testigo está continuamente sometido a esta prueba; siempre ha de estar alerta, pues tiene que demostrar que su lealtad es inamovible.

(km 9/11 pág 1. Valoremos nuestro privilegio de servir a Jehová. Enlace web: http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/202011324?q=valoremos+nuestro+privilegio+de+servir+a+Jehová&p=par )
Estos son los cuatro primeros puntos, en el siguiente post publicaré los cuatro siguientes. 
Tras lo examinado, la reflexión está servida: ¿son los Testigos de Jehová una secta?

3 comentarios:

Vida más allá JW dijo...

Yo pensaba que una secta era simplemente una desviación de lo original, por eso nunca admití ese calificativo. Ahora sé que la palabra "secta" abarca muchas más cosas.

toshylatino dijo...

Abordas muy bien el tema. En especial la parte que dice que los mismos testigos no conocen lo que es una secta. Siempre que les digo me responden que no son una secta, me dicen que lea un diccionario. Lo curioso es que ni ellos lo han leído.

Unknown dijo...

Lo has clavado. Todo lo que no sea teocrático, te entusiasme porque te llena y lo practicas por eso mismo, es considerado idolatria. Ya se encargan de recordarlo cada pocas reuniones.
Y teneis razón Juda y Toshy, nunca admitiamos que somos una secta. Hasta que la venda se te cae de los ojos.