lunes, 20 de febrero de 2017

Qué hacer con mi vida más allá JW

Es posible que al vivir más allá de JW nos surja la pregunta de "¿Qué debo hacer con mi vida?".

Estando dentro de la secta era muy sencillo contestar esta cuestión. La respuesta era obvia: “Debo usar mi vida para servir a Jehová”

En primer lugar, si nos fijamos bien, la pregunta contiene el verbo “deber” y por lo tanto da por sentado que la motivación para vivir parte del sentido del “deber”, y no del “querer”.

¿Por qué decimos esto? Pongamos el caso de una persona que sufra depresión grave. Nos podemos imaginar que difícilmente se vaya a plantear su vida como un “deber”, sino más bien lo hará como un “querer”, o “no querer” vivir. ¿No es así?
O si pensamos en el polo opuesto, un joven lleno de alegría e ilusión. ¿Acaso se planteará él la vida como un “deber”, o más bien como un “placer”, o sea, como un “querer”?
¿A dónde quiero llegar? Pues a demostrar que la vida no está motivada por el “deber”, sino más bien por la “voluntad”.

Esta misma idea se halla muy bien plasmada en el libro “La historia interminable”.


La historia interminable es una novela fantástica del escritor alemán Michael Ende. Es un libro dentro de un libro, o una historia dentro de una historia. La mayor parte de la historia se desarrolla en Fantasía, el reino de la imaginación. Este reino corre serio peligro porque la Nada lo está destruyendo. El protagonista, Bastian, entra en Fantasía y la salva en el momento en el que acepta el siguiente cometido: "haz lo que quieras".
Esto no quiere decir que Bastian pueda hacer lo que se le antoje, significa que debe seguir sus deseos hasta que lo lleven a su Verdadera Voluntad. Esta es la búsqueda de Bastian por Fantasía.

Según muestra la historia, Bastian, un niño acomplejado y con una delicada situación familiar, recibe la extraordinaria oportunidad de “hacer lo que quiera”. Ya no se trata del “deber” de vivir, el deber de ir a la escuela y sufrir las burlas de sus compañeros, el deber de vivir con un padre deprimido o el deber de vivir sin su difunta madre, no. Se trata de que, a raíz de salvar Fantasía, él puede “hacer lo que quiera”, debe seguir sus deseos hasta que lo lleven a su Verdadera Voluntad, que no es lo mismo que hacer lo que se le antoje.

¿Qué aprendemos de esta historia? Cuando vivimos como testigos de Jehová somos como Bastian antes de salvar Fantasía, nos mueve más el sentido del deber que del querer. Si queremos sobrevivir en un mundo gobernado por Satanás, “debemos” servir a Jehová. Es verdad que al principio de bautizarnos primaba el sentido del “querer” agradar y servir a Jehová, pero recordemos que en realidad fuimos hábilmente inducidos a sentirnos así. Sin embargo, con el tiempo el sentido del “deber” se impuso, y entonces empezamos a actuar sin voluntad propia.

Por lo tanto, la cuestión que hay que formularse cuando vivimos más allá de JW.ORG ya no es “Qué debo hacer con mi vida” sino, más bien, “Qué quiero hacer con mi vida”. ¿Estoy preparado para “hacer lo que quiera”? ¿Seguiré mis deseos hasta que me lleven a mi “Verdadera Voluntad”? Y, al igual que Bastian en Fantasía, el libre albedrío que disfrutamos una vez fuera de la secta no nos da licencia a hacer lo que se nos antoje. Toda acción conlleva una reacción.

¿Qué sucedió cuando Bastian siguió sus deseos hasta que le llevaron a su Verdadera Voluntad? Pues que descubrió por sí mismo la única razón por la que merece la pena vivir. ¿Cuál? Como dice el propio Ende en numerosas ocasiones a lo largo de la novela: “Esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión…".
Merece la pena leer el libro para averiguarlo por uno mismo…

"Fantasía" nos aguarda más allá de JW...

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