(*) Si
fuiste un testigo de Jehová durante mucho tiempo o te criaste desde tu
nacimiento como uno de ellos, gran parte de tu identidad ha sido alineada,
incluso formada, por el incesante adoctrinamiento y la constante asociación con
ellos. Ser un miembro determinó lo que creías y determinó muchos de tus
valores, preferencias y comportamientos. De hecho, las doctrinas, los puntos de
vista, las reglas y las políticas de JW.ORG son interiorizadas por sus
adherentes. Nos saturamos tanto de sus conceptos, que nuestra verdadera
identidad no tiene espacio para ser o florecer. El pediatra y
psicoanalista británico D.W. Vanicott habla en sus escritos
fundamentales sobre el desarrollo del niño, acerca de cómo los seres humanos a
menudo construyen un yo falso como una defensa necesaria para hacer
frente a un ambiente que tiene demandas y expectativas poco razonables.
¡Ciertamente podemos afirmar que la organización JW.ORG tiene demandas y
expectativas irrazonables!
Mientras
que el yo falso que edificamos puede parecer real en el exterior
-porque siempre estamos cumpliendo con las expectativas externas en lugar de
las nuestras- podemos terminar sintiéndonos como vacíos,
falsos o muertos en el interior. Nos sentimos mortales, falaces o impostores porque nuestro verdadero yo ha sido sepultado por la fachada que
debemos construir para hacer frente a las demandas invasivas y a las
expectativas irracionales de las figuras de autoridad externa. Estas figuras de
autoridad religiosa funcionan como un sustituto parental para muchos
testigos de Jehová. La organización Watchtower asume un papel estricto,
parental y autoritario en la vida de sus miembros de tal manera que, para
sobrevivir, los miembros han tenido que enterrar a su verdadero yo, como
dice Vanicott, y vivir una existencia no auténtica de un falso yo. ¿Nos
resulta esto familiar?
La
desafortunada oferta que a todos nos presionaron a aceptar, fue renunciar a
nuestro sentido de la identidad individual y la autonomía por la promesa de que
no seríamos destruidos en la batalla de Armagedón, y viviríamos para siempre en
un paraíso en la tierra. Ya es hora de rechazar esa artimaña. Robert Louis
Stevenson dijo: "Saber lo que prefieres en lugar de
humildemente decir `Amén´ a lo que el mundo te dice que debes preferir, es
mantener tu alma viva."
Obsérvese
también lo que el sociólogo laico Eric Hoffer dice en su libro "El
verdadero creyente", acerca de la presión dentro de los movimientos
religiosos para reprimir o entregar el verdadero yo: "Para ser
asimilado en un medio colectivo, una persona tiene que despojarse de su
distinción individual. Tiene que ser privado de libre elección y de juicio
independiente. Muchas de sus inclinaciones e impulsos naturales
tienen que ser suprimidos o embotados. Todos estos son actos de
disminución. Los elementos que aparentemente son agregados -la fe, la
esperanza, el orgullo, la confianza- tienen un origen negativo." (The
True Believer, p.127)
Y
entonces, de algún modo y manera, reunimos el coraje de abandonar la secta...
Parte de la unidad para salir es la llamada de nuestro verdadero ser que
insiste en finalmente afirmarse. Parte
de la incomodidad que hemos sentido durante tanto tiempo es porque hemos estado viviendo de
un yo restrictivo, provisional y falso para sobrevivir a las demandas y
presiones del culto. Una vez fuera del culto, una buena parte de nuestro trabajo será despegar las capas de ese yo falso y permitir que en
nuestra paciente y leal espera emerja nuestro verdadero yo.
"Debo
estar dispuesto a renunciar a lo que soy, para convertirme en lo que
seré." Albert
Einstein
"Si
un hombre no sigue el ritmo de sus compañeros, tal vez es porque escucha unos tambores diferentes. Deja
que siga paso a la música que oye, por muy comedido que sea o por lejos que
esté." Henry
David Thoreau
Se
necesitará tiempo y paciencia para saber quiénes somos sin las doctrinas, sin
la literatura, sin las reuniones, sin el servicio, sin los hermanos y
hermanas, sin depender del cuerpo gobernante para explicar la vida, Dios,
el mundo y el futuro para nosotros. Gran parte de lo que pensábamos que
éramos desapareció con el acto de rechazar el dogma y dejar el culto. Carl
Jung nos anima con estas palabras: "El desarrollo de la personalidad
significa fidelidad al propio ser.”
Nuestra
búsqueda actual es una hermosa demostración de "fidelidad a nuestro propio
ser" y debe continuar permitiendo que el verdadero yo resurja de su
escondite protector. En su libro "Native Son" (2005), Richard Wright sugiere
que esta es verdaderamente una cuestión de vida o muerte psicológica
cuando dice: "El hombre puede morir de hambre tanto por falta de pan
como de realización personal.”
(*) Basado en "Exiting the JW cult" (Bonnie Zieman)
(*) Basado en "Exiting the JW cult" (Bonnie Zieman)
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