(*) Para ser miembros de la secta de los
Testigos de Jehová, se nos requería desconectarnos de nuestro verdadero yo. De
hecho, terminamos alienados de nosotros mismos. A ese efecto, nuestro yo nos hace señales con sentimientos de incomodidad, desesperación, culpa y, a veces, hasta autodesprecio. Nuestra tarea es, entonces, hacer lo que sea necesario para
volver a conectarnos con nuestro verdadero yo y comenzar el verdadero trabajo
de nuestra vida, encontrándonos con el potencial único de nuestro verdadero yo en
cualquier forma que se desarrolle. Hacer eso disminuirá la incomodidad, la
ansiedad, la depresión y la culpa existencial. Estas son cosas que ni siquiera
podíamos contemplar hacer como testigos.
Al planear salir de la secta, o por haber salido
ya, tú estás atendiendo las señales de tu psique para volver a ti mismo, para
recuperar tu vida y hacer el trabajo de individualización, aumentando tu
potencial único. Paul Tillich dice: "... En cada acto de autoafirmación
moral, el hombre contribuye al cumplimiento de su destino, a la actualización
de lo que potencialmente es" (The Courage To Be, p.5 2). ¡Tú ya has
iniciado el proceso de volver a ti mismo, de autoafirmación, de realizar tu
potencial!
Si en lugar de atender la llamada a
regresar a nuestro yo, estamos demasiado asustados o demasiado perezosos, quizás
prefiramos optar por la aparente seguridad de permitir que alguien más, u otra
cosa, tome nuestras decisiones y guíe nuestra vida.
La
Sociedad Watchtower está demasiado dispuesta a intervenir y asumir la tarea de
reclamar autoridad sobre nosotros y administrar nuestra vida. De hecho, el
precio que la organización de la Watchtower exige para ofrecernos la
oportunidad engañosa de sobrevivir a la batalla de Armagedón y vivir eternamente
en un paraíso terrestre, es que le rindamos nuestro mismo ser y nuestra vida.
Si bien la aceptación de tal oferta puede traer la ilusión de seguridad frente
a tener que tomar nuestras propias decisiones y arriesgarse al fracaso, eso
conlleva un terrible costo por la desesperación, la desconexión, la auto-alienación,
la eventual falta de sentido, la decepción y la profunda culpa existencial (aunque
no seamos capaces de nombrarlo como tal por el momento).
La culpa existencial puede servir como una
guía saludable de vuelta a nosotros mismos, pero la culpa neurótica no es tan
saludable. Las religiones realmente alientan la culpa neurótica, acentuando que
nacimos pecadores (pecadores habituales) en necesidad de redención mediada por
sus intercesiones únicas y, a veces, por medio de las obras prescritas por
ellos. Las religiones nos enseñan a sentirnos mal si rechazamos su ayuda, lo
cual conduce a que, cuando nos imaginamos que hemos hecho algo "mal",
sintamos culpa, culpa neurótica. Recuerda, la culpa neurótica es acerca de una
transgresión imaginaria, no real.
Si la culpabilidad de dejar la religión JW.ORG
es uno de los sentimientos que estás experimentando, necesitas tomarte tiempo para examinarte de cerca. Trata de determinar exactamente qué es lo que
has hecho que está mal.
¿Es realmente malo cambiar de opinión?
¿Es realmente
malo hacer investigación y una vez que has descubierto errores y engaños graves
decidir abandonar y cambiar de rumbo? (¿No es eso lo que hizo el apóstol Pablo cuando dejó la fe judía para seguir a Cristo?)
¿Cómo es que millones tienen el
derecho de cambiar de opinión para convertirse en testigos de Jehová, pero los
testigos de Jehová no tienen el derecho de cambiar de opinión y dejar JW.ORG sin
ser castigados?
¿Está mal, una vez que has descubierto que tus opciones como
adulto han sido seriamente limitadas por el adoctrinamiento religioso, decidir dejar una organización?
La respuesta es un rotundo "NO".
(*) Traducido del libro “Exiting the JW
cult” (Bonnie Zieman)
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