Cómo tratar con: diferencias, reflexiones
y “deberías”
(*) Si bien hay muchos puntos en común en las
historias de experiencias de ex-testigos dentro del culto, en la salida del
culto y en la adaptación a la vida fuera del culto, también existen
diferencias. Tomemos a mi esposo y a mí misma como muestra. A veces nos hallamos
recordando un viaje a una asamblea, escuchando un discurso público de un
miembro del cuerpo gobernante o leyendo sobre "nueva luz" en la
Atalaya, etc. y aunque estemos de acuerdo en los detalles del evento, nuestras
reacciones a este, tanto en el momento como hasta ahora, pueden ser muy
diferentes.
A medida que comparo nuestras reacciones,
veo que mi marido tomó gran parte del control mental, la influencia indebida y
el aislamiento requerido del "mundo" mucho menos a pecho que yo.
Aunque su postura menos reactiva puede deberse a muchos factores (el género, la
edad, el desarrollo del carácter, las percepciones, las interpretaciones, las
vulnerabilidades de la niñez, etc.) hay algo que yo (y tal vez tú) podemos aprender
de él. Lo que he aprendido de él es a no tomar todo lo que el cuerpo gobernante
nos exigía, nos impuso, nos negó, nos hizo, de manera tan personal. Lo sé, ¡es
fácil de decir! Sin embargo, cuanto más personalmente tomamos su ideología
impuesta, las reglas, la presión; cuanto más personalmente tomamos sus engaños
y traiciones, más heridos nos sentiremos y más tiempo dedicaremos a cuidar y
curar esas heridas. Me ofrezco como prueba de eso. ¡No sigas mi ejemplo!
A pesar de que mi esposo y yo vivimos juntos
como testigos de Jehová durante años, tuvimos experiencias muy diferentes en la
secta JW. Como mujer, yo estaba en la parte inferior de la clasificación en la
pirámide JW. El papel de una mujer es ser una publicadora obediente, sumisa y
regular de las buenas nuevas del Reino. Las mujeres consideran que es un
privilegio sentarse en las reuniones y recoger toda la comida espiritual con
que son alimentadas por sus hermanos superiores. Las mujeres no tienen
responsabilidades congregacionales y no pueden tomar ninguna iniciativa para
hacer algo en la congregación (excepto limpiar los baños y ayudar a los bebés
que lloran). Sin embargo, las mujeres pueden sentirse libres para tomar la
iniciativa de ayudar y alentar a otras mujeres como parte de sus "privilegios"
cristianos.
Además las mujeres nunca deben encontrarse
en la posición de enseñar a un hombre. El resultado de todo esto es, tal y como
yo lo veo, que las mujeres terminan aburridas de sus mentes como testigas de
Jehová. Si eres una mujer en este culto, solo puedes bailar al ritmo de una
"samba de una nota" (sin variaciones, sin piruetas, sin saltos, sin
giros, sin salsas, sin solos, etc.) el resto de tu vida.
Los hombres, por otra parte, tienen muchas
tareas aparentemente deseables a las que pueden aspirar en la congregación. Se
les asignan responsabilidades de todo un espectro de "privilegios", lo
que les obliga a estudiar, investigar, preparar discursos, organizar
demostraciones, viajar de congregación en congregación para dar discursos
públicos, enseñar desde la plataforma, "pastorear el rebaño",
coordinar grandes asambleas, ayudar con el diseño de nuevos salones de reino,
ah, y asegurarse de que las mujeres permanezcan en sumisión a sus maridos, etc.
Mi esposo disfrutaba estudiando y preparando
discursos para reuniones, para asambleas de circuito y distrito, y era bueno en
eso. Dirigía el departamento en las asambleas de distrito que se ocupaba de la
seguridad y los arreglos de los asientos para las asambleas, y siempre fue
elogiado por sus esfuerzos. Como anciano, participó en la resolución de
problemas, "asesoramiento", organización, supervisión de
"audiencias judiciales", correspondencia con Betel, programación,
etc.
A
menudo fue llamado a presidir como ministro en bodas y como maestro de
ceremonias en recepciones de boda. También se le pidió que usara su habilidad
de hablar y su empatía ministerial mientras presidía los funerales.
Los privilegios masculinos de mi esposo se aprovecharon
de algunos de sus talentos como su oratoria pública y sus habilidades
organizacionales. Tenía la satisfacción de usar sus competencias y ver las
congregaciones prosperar y las asambleas desarrollarse debido a sus esfuerzos.
Al hacer todo esto, yo tuve el privilegio de acompañarle y sentarme en la
audiencia aburrida, frustrada y enojada pasando el tiempo soñando despierta
sobre proyectos que tenía en casa y cosas que esperaba lograr en el futuro.
Los hombres son estimulados y recompensados por entregarse y trabajar en la congregación JW.
Las mujeres no lo son. Las mujeres se sientan faltas de estímulo durante las
reuniones y se involucran en chachareo alentador con otros testigos después de
la reunión. ¿A qué más podría aspirar una humilde hembra de la especie? Los
talentos y las competencias de las mujeres pasan desapercibidos, no son
necesarios, no se usan y no se aprecian. El aire en el Salón del Reino flotaba
con vapores misóginos. Literalmente llegué al punto en que me sentía tan
sofocada, reprimida, frustrada y furiosa que pensé que podría implosionar
físicamente y si no hubiera habido grandes repercusiones desagradables para mí
y para mi esposo habría sido muy satisfactorio explotar verbalmente. Todo dicho,
mi marido tiene algunos buenos recuerdos por ser miembro de la secta. Los
hombres son notados, requeridos, usados y apreciados,
e incluso pueden perder los estímulos y el aprecio cuando abandonan la secta.
Aparte de unas pocas relaciones gratificantes con la gente, no tengo buenos recuerdos
de mis años estancada como testigo. Mi esposo y yo hemos tenido que aprender a
permitir, comprender y apreciar nuestras diferentes percepciones basadas en
experiencias muy diferentes en la secta.
En última instancia, no sirve de propósito
el debatir si es más difícil ser un testigo masculino o un testigo femenino; si
es más difícil dejar el culto cuando eres joven o más maduro, varón o mujer,
nacido en el culto o convertido. Basta con decir que cada historia de JW y
experiencia de salida será diferente, basada en factores como género, edad,
raza, estado civil, educación, rasgos de personalidad, recursos, etc. Lo que no
es diferente es el sabor amargo del engaño, la traición, la injusticia, el dolor
y la ira dejado en nuestras bocas una vez que nos vamos.
"No dejes que tu equipaje
defina tus viajes, cada vida se desenvuelve de manera diferente." Shane Koyczan
Otra manera de quedar atrapado en las
heridas JW es por reflexión excesiva
sobre ellas. Trata de no quedar atrapado en un patrón de revisión obsesiva,
reflexionando, recordando todas las presiones, abusos y humillaciones que
experimentaste en la secta, pues esto te mantiene atado a la secta, mantiene
las heridas abiertas y exudando, y no te ayuda a seguir adelante con la
creación de una nueva vida propia.
La reflexión es una cosa normal que se hace
justo después de cualquier evento traumático pero, una vez que hay una cierta
distancia, hay que tratar de impedir que tu pensamiento te lleve a estar
siempre lamiéndote las heridas. Lamer las heridas las mantiene abiertas.
Es por eso que los veterinarios suelen poner
un enorme collar de plástico alrededor del cuello de un perro o gato que acaba
de tener una operación. Ellos quieren evitar que el animal lama obsesivamente
sus heridas, pues el lamer compulsivo impide que la incisión cure. No impidas
que tus heridas psicológicas y espirituales sanen por estar excesivamente
absorto en reflexionar sobre ellas.
Desgraciadamente hablo por experiencia
propia cuando se trata de reflexión excesiva. Perdí demasiado tiempo precioso
barajando los supuestos "Y si", “Podría”, “Debería”, “Habría”. Eso no
es útil ni saludable. Es tóxico, te mantiene atascado y prolonga tu
sufrimiento.
Si tú también te encuentras pensando un
montón de "deberías", pensamientos tales como:
- "Debería escribir a la Sociedad
detallando todos sus abusos".
- "Debería contarle a papá sobre todos
los engaños de JW.org."
- "Debería deshacerme de toda la
literatura de la Watchtower de mi casa".
- "Debería participar en la obra
activista contra la Watchtower".
- "Debería involucrarme con otra
religión de inmediato."
- "Debería escuchar lo que mis amigos
JW piensan de mí ahora."
- "Debería considerar hacer lo que se
requiere para ser restablecido."
Entonces aquí hay una manera rápida de
volver a enmarcar estas declaraciones y quitar un poco de presión de uno mismo:
Sustituye la palabra "debería" por "podría", y al final de
la nueva frase con la palabra "podría", agrega la frase "y tengo
una opción".
Bueno, vamos a probar esta técnica rápida y eficaz
en las frases anteriores de 'debería':
- "Debería escribir a la Sociedad
detallando todos sus abusos".
Cambiar a: "Yo podría escribir a la
Sociedad detallando todos sus abusos, y tengo una opción.”
- "Debo contarle a papá todos los
engaños de JW.org."
Cambiar a: "Podría contarle a papá
acerca de todos los engaños JW.org, y tengo una opción."
- "Debería deshacerme de toda la
literatura de la Watchtower de mi casa".
Cambiar a: "Podría deshacerme de toda
la literatura de la Watchtower de mi casa, y tengo una opción."
"Debería unirme a la obra activista
contra la Watchtower".
Cambiar
a: "Podría participar en la obra activista contra la Watchtower, y tengo
una opción."
"Debería involucrarme con otra religión
de inmediato."
Cambiar a: "Podría involucrarme en otra
religión de inmediato, y tengo una opción."
"Debería escuchar lo que mis amigos JW
piensan de mí ahora."
Cambiar a: "Podría escuchar lo que mis
amigos JW piensan de mí ahora, y tengo una opción.”
"Debería considerar hacer lo que se requiera
para ser restablecido."
Cambiar a: “Podría considerar hacer lo que
se requiere para ser restablecido, y tengo una opción.”
¿Te fijaste que cuando leíste las expresiones
"podría" y "y tengo una opción" experimentaste un
sentimiento más libre y liberador? Haciendo ese simple ajuste en tu fraseología
te recuerdas que tienes opciones. Puedes elegir una forma o puedes elegir otra.
Eres libre.
(La técnica anterior funciona peor si
cambias un "no debería " por un "no podría ". Funciona
mejor para un simple cambio de "debería" por " podría",
usando el tiempo presente.)
Viviendo como clones testigos de Jehová
programados nos lavaron el cerebro en la renuncia a cualquier sentido de poder
para tomar nuestras propias decisiones. Nos olvidamos que podíamos buscar otras
opciones. Nos olvidamos que había algo como alternativas. Reclama tu derecho
innato a tomar tus propias decisiones. Refuerza tu derecho a reflexionar sobre
las opciones en cualquier situación dada y toma tu propia decisión. ¡Niégate a
ser presionado, embaucado y engañado por la sumisión y sujeción a JW.org por
más tiempo! Ten cuidado con la tiranía de tus propios pensamientos internos.
"... hay momentos en que uno tiene que elegir entre vivir la propia
vida completa y enteramente, o arrastrar una existencia falsa, superficial y
degradante que el mundo en su hipocresía exige. Tienes ese momento ahora.
¡Elije!" Oscar Wilde
"Que tus elecciones reflejen
tus esperanzas, no tus miedos."
Nelson Mandela
(*) Basado en el libro "Exiting the JW cult" (Bonnie Zieman)
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